Las mañanas: es cobijada por el frio helado que baja por la falda del nevado del Huila, penetrándose en el valle bañado por el río cauca llegando a nuestra villa y así, rompiéndose en la cordillera occidental;

Las tardes: la piel de los habitantes se impregnan por aquella brisa marina que llega desde el Océano Pacífico y desciende por los cerros tutelares, y;

Las noches… Ja, ja, ja, hay las noches… Mágica por la mezcla de esos tres factores: Sol, Viento y Brisa marina.

Sus habitantes oriundos son: Amables, Calurosos y Afables; Creados por la combinación que irradia éste mágico pueblo bañado por uno de los afluentes más importantes del portón de Suramérica, el majestuoso río Cauca.

Santiago de Cali, ciudad mágica que con aquellos tres elementos se impregnan en mi piel, penetrando hasta llegar a mi torrente sanguíneo. Mi corazón, bombeando aquella mezcla de sangre y magia…

Cielo que me vio nacer… Cielo que me verá morir.